Article llegit a EL PERIÓDICO.COM
Ignacio Escolar |
Si algún día Catalunya consigue la independencia, se habrán ganado a pulso un hueco en el callejero de Barcelona por su enorme ayuda a la nueva nación: carrer de Rosa Díez; passeig de Federico Jiménez Losantos; avinguda d'Intereconomía, de Pedro J. Ramírez o de Alejo Vidal-Quadras. Si ellos son la patria, yo soy extranjero. De esta España excluyente yo también me querría independizar.
Espiral disparatada
Estos
especialistas en la confrontación han encendido durante años el odio
anticatalán, y ahora, cuando el monte se quema, avivan el fuego todavía
más. Las propuestas con las que ahora plantean responder ante la amenaza
de una secesión han entrado en una espiral disparatada que
inevitablemente irá a más; cada día resulta más difícil epatar. Una pide
en el Congreso de los Diputados suspender la autonomía de Catalunya, el
otro responde que hay que mandar a los jueces a por el Parlament y el
siguiente, el señor Vidal-Quadras, europarlamentario del PP, se
viene arriba y exige la intervención de un general de brigada de la
Guardia Civil para tomar el poder en la «autonomía rebelde». «Y si sacan
la gente a la calle, que la saquen, pero no podrán estar más de un mes
manifestándose, de manifestarse no se come», remata Vidal-Quadras.
¿Se come acaso de romper el país con discursos así? ¿Estos exabruptos,
que tan útiles resultan al soberanismo catalán, se sueltan por interés o
por irresponsabilidad? ¿De verdad hay alguien sensato que dude hoy de
que, en democracia, la única manera de mantener unida España es la
voluntad de todas sus partes por permanecer juntas, y no esa amenaza de
los tanques que dejó escrito el búnker franquista en el vergonzoso
artículo 8 de la Constitución?
Obviamente, los dos extremos en
este debate nacionalista -el español y el catalán- quieren secar
cualquier espacio para los matices. Y los hay. No todos en Madrid somos
así. También hay aquí quienes defendemos una España integradora,
quienes creemos que podemos convivir, quienes apostamos por un modelo
federal que respete las diferencias y nos permita a todos prosperar.
Como escribe Isaac Rosa: queridos catalanes, no nos dejéis solos, por favor.
0 comentarios:
Publicar un comentario